martes, 3 de diciembre de 2019

Bueres, su historia


Bueres. Datos históricos. 1
La parroquia de Santiago de Bueres, situada en la margen derecha del rio Orlé, afluente del Nalón, tiene 27 Km2, y forma junto los pueblos de Nieves y Gobezanes y el que le da nombre, la Tercia de Bueres. Entidad menor y parroquia rural.
El topónimo Bueres, podría derivar de la palabra latina, boven, acusativo de bos- bovis (buey- vaca), seguido del abundancial arius, prefijo colectivo que indica “lugar donde hay mucho”.
Sin duda Bueres recibiría ese nombre por tratarse de un lugar donde abundaba el ganado bovino, o los buenos pastos, creemos que pudo ser majada de verano de los pueblos del valle, como Tanes.
En algunos documentos figura con las variantes de Buyeres o Buieres, aunque Bueres es la forma mas antigua y usual de denominarlo desde tiempo inmemorial, según encontramos en documentos anteriores del siglo XVII. Buyeres figura redactado por escribanos foráneos en siglos mas recientes.
En documentos muy antiguos figuraba un territorio denominado Noántica, que según Carlos Floriano, estaba situado en Caso, en la confluencia del Rio Orlé con el Nalón, y tierras adyacentes. En el monasterio de Sahagún, que junto con el monasterio de Eslonza, tuvo gran influencia y posesiones en el concejo casín, se encontró un escrito donde se menciona una compraventa en este territorio, hecha por el matrimonio formado por Tegitu y Ponia, a Carito y su mujer Vitalia, de toda su heredad en Noántica, en el valle de Caso.
En 1385, en el inventario de parroquias incluidas en el libro becerro de la catedral de Oviedo, figura : Santiago de Bueres husa apresentar el beneficio simple e el de la capellanía. Es capellán Domingo Ioaniz, e beneficiado Fernán Pérez. Ha de manso ocho días de bues. Paga de procuración cuarenta e cuatro maravedíes.
La iglesia de Bueres, edificada sobre los restos de una anterior, está fechada entre los siglos XVII y XVIII, situada en la parte alta del pueblo, y a poca distancia del pueblo de Nieves, con quien comparte culto y cementerio. A pocos metros se levantan dos imponentes texos y una tilar, allí se celebraban los conceyos abiertos, convocados al son de campana tañida, y si llovía, en el cabildo.
En 1803, la única campana que tenia se fundió, siendo párroco D. Gabriel García, para hacer dos de tamaño mediano, y se encargaron al maestro campanero, Manuel de Albear, de Ampuero (Cantabria), que una de ellas figura colgada cerca de la casa del Ribero, en unos mástiles que se pusieron siendo alcalde Gaspar Vega. En ese lugar se celebraban las juntas, los domingos al medio día.
En el pueblo de Bueres hubo dos capillas. Una dedicada a Sta. Catalina, que no se sabe dónde estaba situada, pero parte de sus restos figuran desperdigados en muros y paredes de cuadras y tenadas de muchas construcciones. Sabemos que, en el año 1700, el mayordomo y patrono de Sta. Catalina era Juan del Prado del Pandiello, donde dice que la capilla formaba parte de una casería con casa, hórreo, y dos molinos. Tenemos datos reales de varios de sus mayordomos, y un detalle singular que nos cuenta que, en vista de su deterioro y mal estado, en 1785, el párroco D. José de Bueres vende el cáliz y la patena, para con su producto renovar paredes y techo por lo menos. Después pone en arriendo la vega del molino de Candín, en treinta ducados, según figura en el libro de cuentas.
La otra capilla es la de Sta. Cecilia, situada en la carretera que va al pueblo de Nieves. Esta fue incendiada durante la guerra civil, y quemada su imagen, techos y una gran puerta que tenía. Hoy esta desacralizada, se usa como leñeru y es de propiedad privada. Según datos que tenemos, el mayordomo de la citada capilla en 1738, era José de Buyeres, y junto a la capilla estaba la casa rectoral, con su hórreo, establo y huerta. Estos edificios ya no existen, y en su lugar se edificó una escuela, que hoy sirve como centro social a los vecinos de Bueres.
En Bueres existe una casona que ostenta un escudo heráldico en su fachada. Solamente existen dos auténticos de blasón noble. Uno en Prieres, de la familia Caso de los Cobos. 1638, y este de Bueres de la familia García, de finales del siglo XVIII.
Sabemos que sus primeros propietarios se apellidaban Testón, que fueron sus dueños desde tiempo inmemorial.
A finales de 1700, su heredera se casó con un hidalgo piloñes, apellidado García, que fue el que puso el escudo. Tuvieron dos hijos al menos, que nacieron en esa casa. El primogénito, que no sabemos el nombre, fue el heredero. Su hermano Antonio García Testón, inmigro a Sevilla donde hizo gran fortuna, y después regreso a Asturias, fijando su residencia en Piloña, donde se casó.
Allí, en Pedrueco, compro una casona que decoro con muebles y obras que trajo de Sevilla, que hoy conservan sus herederos.
María García Testón, con quien se pierde el apellido era nacida en Bueres, y sobrina del citado Antonio, de quien era prohijada. Todavía se conserva entre los muebles heredados, una cama con el mismo escudo que el de Bueres. Falleció en 1985
En los años 50 se vendió a los actuales propietarios, vecinos del pueblo, aunque no se utiliza más que como cuadra y garaje.

El topónimo Bueres significa a una saga de apellidos del mismo nombre, que según la leyenda se remonta a la batalla de Covadonga, donde un guerrero casín, Suero Buyeres de Caso, fue lugarteniente de Pelayo, y según dicen las crónicas en la batalla se le apareció una cruz en el cielo, que ayudo a derrotar a los moros, y es la que hoy figura en el escudo del concejo “el bien del cielo nos vino”
Creemos que del mismo tronco original radicado en Bueres, salieron dos ramas, una en Tanes, con derivación en parte a Sobrescobio y Laviana, y otra en Tarna, asentada en el siglo XVIII. De este último lugar desapareció en la actualidad, pero se mantiene en varios lugares de Asturias, como Boal, Oviedo, y países europeos, incluso en el continente americano. Pudo originarse el apellido a causa de ser señores jurisdiccionales de este territorio, o incluso de sus primeros habitantes. Sabemos que en 1591 había en Bueres cincuenta y cinco vecinos, y ya existía un Pedro de Bueres.
El documento más antiguo donde se menciona este linaje es de 3 de mayo de 1499, donde los Reyes Católicos, nombran a Álvaro Bueres como escribano del concejo de Caso.
Todos los vecinos de Bueres eran hidalgos. Eran de realengo, con capacidad de administrarse con sus propias normas, y exentos de levas ni otros servicios al rey. Sin embargo, en los otros dos pueblos, Nieves y Gobezanes, el setenta por ciento eran pecheros. Con razón los vecinos tenían el apodo de “pechos nobles
El condado de Noreña y los condes de Revillagigedo en Gijón, tuvieron tierras en esta parroquia, pero uno de sus mas famosos vecinos, aunque muy desconocido para la mayoría, fue Martin Díaz de Prado, lugarteniente de Alfonso VII, quien le donó en 1146, grandes propiedades en Caso y León, entre ellas Tarna, Sobrecastiello y Veneros, aparte de sus tierras en Bueres y Nieves. También la villa de Anciles, de la que era señor, en la comarca de Riaño.
Este caballero en la hora de su muerte, y quizás para ganarse el perdón divino, ofreció todas sus posesiones a los monjes benedictinos de Eslonza, en León, con la condición de ser enterrado en sus monasterios. Por eso los grandes propietarios monacales de Eslonza, Sahagún, en tierras leonesas y monasterio de la Vega en la capital asturiana, tuvieron siglos recogiendo diezmos y quesos casinos, en algunos de sus viajes.
Nuestro buen hombre allí reposa en el monasterio de Sta. Mª de Gradefes, en un sarcófago de piedra cuya imagen yacente representa su figura.

Hoy desgraciadamente de aquel pasado esplendor donde los arrieros de la Tercia conducían sus recuas a través de caminos reales y senderos, llevando y trayendo mercancías de tierras castellanas y puertos cantábricos, poco o nada queda. La abundante cabaña ganadera, subsiste aunque muy disminuida.  Un par de ganaderos jóvenes que mantienen algún rebaño en los puertos de Ovia y Arnicio, y jubilados que rehabilitaron sus casas y desde ellas contemplan el paso del tiempo. El pueblo y sus casas en estado de revista, aunque muchas de ellas cerradas y siendo difícil encontrar vecinos por sus calles, sobre todo en invierno. Sigue manteniendo su belleza, un paisaje impresionante, si acaso cambiando las antiguas erías y prados de siega, por el avance del matorral que lo acaba devorando y tapando las antiguas caserías.
Se mantienen dos bares abiertos, uno de ellos con parrilla restaurante, y dos casas rurales que alquilan apartamentos. Merece la pena acercarse a la Tercia. Los sitios a visitar no defraudan, como los que aqui reseñamos, sobre todo un chigre todo terreno como La Portiella de Luisa y Gustavo. En la misma carretera.

Datos extraídos del libro El Concejo de Caso, de Blanca y Ángel Bueres Santa Eulalia


Escudo de los Garcia

Escudo de D. Suero de Buyeres. Lugarteniente de Pelayo

Vecinos "historicos" de Bueres

Iglesia de Santiago

Bueres


Casa del Cascayu
Restos capilla Sta Cecilia

Posible campanario capilla Sta Catalina. Cuadra de Nieves



Delante del Riberu

Vecinos de Bueres 1930

Bueres 1960

Emiliano, del bar La Portiella

De la casona de los Garcia

Josef de Bueres. Tarna

Los Bueres de Tarna

Angel Santos Bueres, de Sopalaciu

Angel Santos y Amalia Capellín, de Orlé

Antonio Bueres Capellin y Luisa Escribano con sus hijas Carmen y Dolores, y tres de sus hijos

Nota necrológica de D. Antonio Bueres Capellín

Firma de Antonio Bueres 1860

Joseph de Bueres

Documento donde los Reyes Catolicos nombran a Alvaro de Bueres, escribano de Caso 1499