viernes, 24 de septiembre de 2010
Muyeres casines, dos siglos n´acordanza
Hay libros que se escriben sobre la carne misma
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran cuando el tiempo se
rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos y eran el beso intacto de la vida
Ada Salas
Fragmento de una conversación con Lelia Aladro, de Caleao
" Un tíu miu iba a llevar un carru cuchu a una tierra. Estaba esperándolu la novia ena iglesia, paró les vaques y el carru, casóse y volvió pa la tierra. Y quedó casau pa toda la vida, y ahora ¡gasten un dineral y durayos dos diis !
Como esta anécdota tantas, que transcribimos en las páginas del libro, y que nos muestran la singular filosofia de la vida que atesoraban las muyeres de Casu, hoy desgraciadamente extinguida. Este libro es un homenaje a ellas.
Hoy es un gran día para todos los que nos empeñamos en sacar este proyecto adelante, y es un gran día, para todas las mujeres, las presentes y las que nos precedieron. Hemos rescatado su memoria, nos hemos paseado por los escenarios de sus vidas, ellas nos han acompañado a sus fiestas, de su mano nos llevaron a Riosol, La Magdalena de Tanes,a la feria del Campu, donde compartimos la merienda, a Santa Isabel de Buspriz y Santa Ana de Prieres, también fuimos de boda con ellas. No les importó que las viéramos de madreñas, antes eso era lo normal, los zapatos se dejaban para el baile. También nos enseñaron las faenas del campo, cogimos junto a ellas trigo en Orlé y en Caleao, posaron orgullosas con sus vacas, el bien mas valioso que tenían, nos enseñaron como se hacia la matanza, como se amasaba el pan, incluso recordaban aquel viaje a Gijón, donde en un estudio, les dejaron un precioso mandil y se hicieron aquella fotografía que guardaban como un tesoro, fue pena que salieran con zapatillas, pera daba igual, aquella foto la tenían puesta en el lugar mas importante de su humilde casa.
Este es un libro que trata de reconstruir la existencia de aquellas mujeres, desde la información que nos trasmiten aquellas viejas fotografías.
De las oxidadas cajas de hojalata, fuimos recuperando retazos de vida en aquellas antiguas fotos, y hoy tenemos la satisfacción de verla plasmada en las hojas de este libro.
Guardarlo con cariño, el mismo cariño con que los que hemos participado en este proyecto hemos puesto para tenerlo hoy aquí, y aunque seguramente echareis en falta a mucha gente, que debería haber estado sin duda, no pensar que nos hemos olvidado de ellas, simplemente un libro es como un pequeño baúl, con capacidad limitada, no podemos meter en él todo lo que quisiéramos, pero os prometemos que de una forma u otra también tendrán cabida en un futuro, no nos olvidamos de ellas.
Gracias a todos, y gracias también a nuestro ayuntamiento, que puso la primera piedra en la recuperación de la memoria de Caso, con el libro sobre les mayaes, y ahora da otro paso importante apoyando sin reserva, el que hoy os presentamos, también, como no, a la asociación La Esfoyaza de Caso y al resto de los que colaboraron en que esta obra viera la luz. Sin su ayuda no hubiera sido posible. Es sin duda una buena noticia, y un premio para las verdaderamente protagonistas del libro: Las mujeres casinas. Un abrazu desde el corazón.
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