La batalla entre el hombre y el lobo, entre el pastor y el depredador, es una de las más viejas que se conoce en el mundo rural, especialmente en esas comarcas de nuestra montaña en las que las lobadas eran relativamente frecuentes y se convertían en una ruina para el ganadero.
Las cosas ya no están exactamente así, como casi todo. Las batallas entre pastores y lobos han entrado por otros derroteros, ya no pasea Domingo de la Puentepiedra al lobo muerto por los pueblos para pedir una propina y hacer una gran fiesta de celebración de la muerte del bicho... pero aún queda un resabio, aún hay una brecha abierta entre defensores del lobo y ganaderos que se encuentran con enormes trabas y papeleos para poder resarcirse de los daños del lobo, cuando es posible, que en muchos casos no les queda más que el lamento. Y mientras eso no se solucione será difícil que esa herida cicatrice, y de eso nuestro concejo casín sabe bastante.
Hoy traemos una vieja historia de lobos y hombres, poco conocida, pero real, de cuando para defender sus ganados de los ataques de la fiera, usaban su astucia para conseguir que el animal o los animales, espantados por los monteros , se precipitaran por la canal que forman las moles de la peña Los Rubios y la peña Falconera.
Vista del monte Caón, desde la carretera de Tanes.
Allí, en el monte Caón, lugar habitual donde Abilio Coto y otros pastores de Tanes llevaban las cabras y ovejas a pastar, se había construido una manga formada por varganales, que acababa en un pozo, donde sin posible escapatoria acababan las alimañas, siendo luego rematadas con largos chuzos ó tridentes.
Recracción virtual del antiguo "chorco"
El origen de esta obra fue cosa de Leandro Pereda, vecino de Tanes, que fue concejal del ayuntamiento casín, antes de la guerra, y queremos trasmitirlo tal como nos lo contaron, en ese “asturiano” tan particular que hablan los habitantes de este concejo.
Leandro Pereda, el de Solán, fu concejal del Ayuntamientu del Campu bastantes años. Y siempre apaeció como hombre honráu, cultu y prudente. Baxu so concejalía feciérense pa Tañes tres coses importantes:
- Concretar los bienes patrimoniales del puelu, que foren, Bañanti, el Valle hasta Yaneces, Covalongues, la Guariza, la Granda y la Collá.
- Señalar los límites de la Riera -demarcación de pastos-, derde la Campera
del Moyón hasta la Carrerina, y derde el monte de Trestorienes hasta la Peña de Prieres.Y así en Tañes los gües iben a la Guariza, les cabres a la riega del Caón, y si estaben sarnoses echábense pa la riega de Fontalba; les oveyes poín subir hasta Espines, les vaques tenín el pastu en tou '1valle y en toa la collá; les caballeríes echábense pa la Cuesta del Cabañón, y los gochos poín estar derde el Cantu la Xerra hasta la Xerra Bernaldón.
Ceder a Sobrescobiu les agües vertientes a esti conceyu. Siendo puntos de
referencia pa ello Bimblenes, la Texerina y el Monte Tornu. En Caón había unos praos qu'eren de Tañes, y que pasaren a ser propiedá de Sobrescobiu, pero con una condición: que batieren tos los llobos que cruzaren per esi pasu. Pa eso tuvieren que facer ellí una manga de cientu cincuenta metros de llargu , con várganos de metro y mediu de altos, y que acababa en un pozu de tres metros de profundidá, que tenía un batiente de rames y una portiella.
Y cuenten que una vez un llobu era tan fieru, que non poín con él, y dicía-y un coyán al otru: «¿Qué fago?». Respondía l´ otru: «matálu": espetállu ena trente». Y golvió a dicer el primeru: «Con tou eso non muerre>>
por fin dixo l´otru: “Pos entós lo que tienes que facer ye casállu cola mio mujer, que lu matara a disgustos".
y como remate saltó l´otru: «Si, ¡pero la to muyer ye casina...!».
Hoy, como mostramos en estas imágenes, ya no queda nada del ancestral “chorco”, ningún resto que atestigüe las monterías que allí se celebraron, y los muchos “llobos” que los “coyanes” cazaron en el monte Caón.
Camin a Tanes, donde se revuelquen los xabalíes.
Aquel antiguo camino que bajaba hasta el pueblo, yace hoy olvidado bajo las aguas del pantano de Tanes, y con él, el olvido y la historia de tantos pueblos y tradiciones del que solo las aguas son mudos testigos de su historia.
La recreación del antiguo chorco, es un montaje fotográfico en el que nos servimos del posiblemente único que sigue en pie, situado en la zona de Valdeón, paraje de Corona ( Picos de Europa) y aportamos eso sí, nuestro paisaje. El lugar es real, lo que allí aconteció, también. La empalizada y el pozo, son de otro paraje.
Aquí estaba situado el pozo donde caían los llobos.
Uno de los últimos lobos cazados en Redes.
Si algún caminante estuviera interesado en visitar el sitio, la mejor, por no decir la única opción, seria llegarse al pueblo de Ladines, en el vecino concejo de Sobrescobio, y de allí subir hasta les collades, desde donde se tiene una magnífica vista de todo el valle del Nalón y los pueblos de Tanes , Abantru y Prieres. En la ladera que se desploma hacia el pantano, que forma una canal, estaba situada la trampa de los llobos.
Monchu Calvo
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